El panorama actual
Un nuevo informe de UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto de relieve una preocupante realidad: miles de millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a agua potable, saneamiento e higiene básicos. Este déficit afecta a aproximadamente 2.200 millones de personas sin acceso a agua potable segura, 4.200 millones sin saneamiento adecuado y 3.000 millones sin instalaciones básicas de higiene.
Progresos y desigualdades
A pesar de los avances significativos desde el año 2000, el informe, titulado “Progress on drinking water, sanitation and hygiene: Special focus on inequalities,” destaca grandes desigualdades en la accesibilidad, disponibilidad y calidad de estos servicios esenciales. Aunque 1.800 millones de personas han ganado acceso a servicios básicos de agua potable, la cobertura entre los más ricos es a menudo el doble de alta que entre los más pobres.
La importancia de la calidad
Kelly Ann Naylor, de UNICEF, enfatiza que el simple acceso no es suficiente. La calidad del agua y la seguridad en el acceso a los retretes son cruciales para cumplir con la misión de proteger a los niños del mundo, especialmente en comunidades pobres y rurales.
Duplicar esfuerzos en saneamiento
La Dra. Maria Neira de la OMS advierte que sin un aumento significativo en los esfuerzos, no se alcanzará el acceso universal al saneamiento para 2030. Las enfermedades relacionadas con la falta de saneamiento y agua contaminada, como la diarrea, el cólera y la hepatitis A, continúan siendo una amenaza.
Avances y retos en saneamiento
Desde 2000, la práctica de la defecación al aire libre se ha reducido a la mitad. Sin embargo, 673 millones de personas aún la practican, concentrándose en países con una “alta carga” de este problema. En 39 países, principalmente en África subsahariana, el número de personas que practican la defecación al aire libre ha aumentado.
Higiene: Un reto pendiente
El informe también resalta que en 2017, 3.000 millones de personas carecían de instalaciones básicas para el lavado de manos. Esta falta de higiene está directamente relacionada con enfermedades transmisibles y la muerte de 297.000 niños menores de 5 años anualmente.
Cerrar las brechas de desigualdad
Según Kelly Ann Naylor, es imperativo que los gobiernos cierren las brechas de desigualdad en la accesibilidad, calidad y disponibilidad de agua, saneamiento e higiene. Ignorar la inversión en estos servicios es socavar décadas de progreso y perjudicar a las generaciones futuras.
El informe de UNICEF y la OMS es un llamado a la acción urgente. La comunidad internacional debe reconocer y abordar las profundas desigualdades existentes en el acceso al agua, saneamiento e higiene. Sólo con un compromiso renovado y una inversión sostenida en estos servicios básicos podemos aspirar a un futuro donde todos tengan acceso a estos derechos humanos esenciales.